lunes, 22 de diciembre de 2008

DHAULAGIRI TOUR 2008 - CAPÍTULO VII. EL PASO CLAVE

Llevamos diez días de trekking y estamos a la altura de la cumbre del Mont Blanc. Los cuerpos están aceptablemente bien: alguna cagalera y algún dolor de cabeza que otro, pero de momento parece que aguantamos.
Salimos del Campo Base y tras atravesar el glaciar nos montamos sobre una morrena en forma de afilada cresta que sube sin vacilar hacia los altos puertos. El día es magnífico, la luz cegadora y las montañas parecen gigantescos pasteles de merengue.
Nos acercamos a la cota 5.000 y la cosa se pone seria: Joaquín sufre de mareos y Roberto lleva las piernas agarrotadas. A mí me duele algo la cabeza pero sobre todo es el estómago el que me hace sufrir.
Tras un largo flanqueo por el hielo, llegamos a duras penas al famoso Paso de los Franceses, a 5.365 m., donde nos esperan unas sencillas banderas de oración y una fabulosa vista de la cara norte del Dhaula. Es un momento emocionante y hay fotos y abrazos. Todos sentimos que hemos superado lo más difícil, el mayor compromiso de este trekking.
Hacia el otro lado se abre un cerrado valle, totalmente helado, un lugar extraño, perdido del mundo y barrido por un viento gélido: es el Hidden Valley, mucho más inhóspito y salvaje de lo que todos habíamos pensado.
Bajamos hasta unas pequeñas islas de roca que afloran del hielo y montamos las tiendas. Hace un frio impresionante (sensación térmica aproximada según la tabla de equivalencias -35ºC) y nos damos calor como podemos.
A la mañana siguiente nos levantamos con los primeros rayos de sol y volvemos a subir hacia el Dhampus Pass, a 5.200 m., por lo que pronto entramos en calor por las pendientes heladas.
Si el paso de los Franceses fue inolvidable, al llegar a este nuevo collado casi se me saltan algunas lágrimas. El Tukuche a la derecha y al fondo todo el macizo del Annapurna, los Nilgiris e incluso el Manaslu asoma por una esquina.
El trekking está siendo muy duro, sin descanso y con un frio terrible, pero este momento consuela todas las penalidades padecidas, es como caminar por un mundo virgen, inexplorado, nuevo y nos sentimos unos privilegiados por ello.
Tras muchas fotos y paradas, bajamos hacia Kalopani, una plataforma rocosa bajo el pico Dhampus y junto a un naciente de agua. Otro campamento más sobre los 5.000 m.

1 comentario:

Jose Manuel A.V. dijo...

Como dices el frío terrible pero por la fotos y el video-clip el tiempo parece magnífico. Ni un nubarrón.
Repasa "inospito" en el texto de los capítulos.