martes, 14 de diciembre de 2010

ACAMPADA EN LAS PRESILLAS

Para hablar con propiedad, deberíamos decir que fue un vivac, y no una acampada lo que hicimos un grupo de treinta amigos del club Sierra del Pinar, en el llano del Endrinal, también conocido como las Presillas, cerca de Grazalema, y todo ello gracias a un permiso especial de la Agencia de Medio Ambiente, premio a la solvencia y veteranía de nuestro club.
Debido a otros compromisos, mi amigo Chema Baurre y yo nos incorporamos el sábado por la noche, subiendo desde el pueblo en plena noche, a la luz de nuestros frontales, bajo la oscura sombra del Peñón Grande.
La velada nocturna fue estupenda, con gran ambiente de camaradería y con muchas viandas de unos y otros, sobre todo de Joaquín, nuevo miembro de la Directiva del club, que trajo comida para una semana.
El domingo se unieron más amigos y subimos al Simancón y luego al Reloj, cumbres gemelas del Endrinal, ambas algo por encima de los 1.500 m. de altitud. Luego bajamos a la Charca Verde y volvimos por el sendero que rodea la base del Reloj hasta terminar de nuevo en Grazalema.
Buen tiempo, algo nublado pero con temperatura agradable.
Magnífica actividad para poner fin montañero al año.

sábado, 4 de diciembre de 2010

ASCENSIÓN AL TERRIL (1.129 m.)

Hace años, a la vuelta de una reunión de la Federación Andaluza de Montaña en Granada, mi amigo José Manuel Amarillo y yo subimos al peñón de Algámitas, bonita cumbre situada al norte de los macizos de Grazalema y Ronda.
He tenido que esperar hasta ahora para subir a su hermano mayor, el Terril, que por un metro de diferencia es la cima más alta de la provincia de Sevilla.
Como viene siendo habitual en estos días, me fui sólo y en la moto, en dirección Olvera y luego hacia Pruna. Desde aquí sale una carretera que se dirige al pueblo de Algámitas y que sube en grandes lazadas hasta el puerto Zamorano. Antes de dicho puerto, a la izquierda aparece una ermita, donde aparqué el vehículo.
Hay que subir por la carretera durante escasos diez minutos, atentos a una casa situada en el otro margen. Justo al acabar la valla que rodea la finca, un pequeño hito marca el inicio de un delgado sendero, que hay que tomar en sentido ascendente. El sendero nos lleva hasta un collado en el que encontraremos un prado y un viejo pluviómetro, señal inequívoca de que estamos en el buen camino.
A partir de aquí afrontamos por derecho la subida del primer resalte de la montaña, por pequeñas veredas hechas del paso de las cabras pero sin pérdida posible. Una vez arriba, el segundo resalte se rodea por la izquierda, pasando cerca de una especie de caseta ubicada en lo alto.
Un nuevo resalte se presenta, que yo afronté directamente creyendo que sería la cima. Al llegar arriba, la loma se alarga y de pronto ves que la verdadera cumbre está más adelante, con un poco de bajada hasta un nuevo collado y repecho final hasta el vértice geodésico.
El Terril es un mirador extraordinario, por lo que recomiendo subir en días muy claros, como éste que yo disfruté: se ven las sierras del Pinar y del Endrinal, al fondo las sierras de Líbar y la sierra de las Nieves, haciendo honor a su nombre y engalanada con un delicado manto blanco.
Hacia el norte, el vecino y mencionado peñón de Algámitas, y las planas y fértiles tierras sevillanas, que se pierden en el horizonte.
Una ráfaga de frío viento del norte me saca del silencio y del solitario embelesamiento en el que hoy me encuentro, y emprendo la bajada, esta vez sí, rodeando las cimas intermedias.
Bonita excursión, que se completa en unas tres horitas cortas.
El paseo en moto también bonito, por esas curvas de Olvera que tanto me gustan.

jueves, 25 de noviembre de 2010

RONDA LA VIEJA

A unos 20 kms. de Ronda se encuentra el yacimiento arqueológico de Acinipo, uno de los lugares más curiosos de nuestra serranía. Ocupado desde el neolítico, este asentamiento encuentra su esplendor en la época romana, (siglo I d.c.), época en la que se construyeron sus más grandes y famosos edificios.
Acinipo, popularmente conocida como Ronda la Vieja, fue una importante ciudad con un recinto amurallado en la que incluso se llegó a acuñar moneda.
La construcción más conocida es el teatro, con su graderío excavado en la propia roca, aprovechando la pendiente, y con su escenario, bastante bien conservado.
También son interesantes las termas, que conservan restos de las conducciones de agua y algunas columnas.
El lugar tiene cierta magia, en lo alto de una elevada meseta, protegido al oeste por un vertical tajo calizo, con unas vistas preciosas en todas direcciones, en especial hacia el macizo de Grazalema.
Paseando sólo por este enclave, puede uno imaginarse cómo sería la vida en él hace tantos y tantos siglos. Hoy, sólo los buitres señorean su cielo, mientras un rebaño de mansas ovejas pasta entre las ruinas.
Me fui hasta Acinipo en moto, aprovechando un claro entre tormentas, dando un paseo de 250 kms. por Olvera, Torre Alháquime, Setenil de las Bodegas y Ronda.
Un buen día, aunque algo solitario. Lo único negativo es el estado de abandono del yacimiento, con un aburrido guarda en la entrada, que no da ninguna información y con una infraestructura escasa y deteriorada. Típico de Andalucía.

MARINERO EN TIERRA

Je suis désolé, -que diría el gabacho-.
Mis amigos Faustino, Adolfo y Manolo Márquez, compañeros habituales de montaña y asiduos de este blog, se han largado de viaje a Colombia. Van a hacer un trekking por Ciudad Perdida, en la Sierra Nevada de Santa Marta, van a intentar la ascensión del nevado Tolima, de cinco mil metros de altura, y para acabar, van a realizar una travesía por la selva hasta Perú.
Poca cosa...
Y yo aquí. Con días de vacaciones pero en casa. Este año mi economía no daba para tanto. Luego vienen los que me dicen que vivo como un marqués, que siempre estoy de un lado a otro, que hago lo que me da la gana. Pues no. Esta vez, no.
Seguro que no soy el único que me siento así. Al menos todo el equipo de la anterior expedición del 2008 nos hemos quedado con las ganas: Mayolín, Roberto, Nacho, Pepe Rober, Juan Carlos, Lolo,...
En cualquier caso, el motivo de esta entrada es desear la mejor de las suertes a mis compañeros. Que disfruten del viaje. Que lo vivan y lo disfruten como lo que es: una oportunidad única en la vida. Y que luego vuelvan y nos lo cuenten.
Brindo por vosotros. Ojalá os acordeis de mi en algún momento. Yo pienso en vosotros casi cada día.
Suerte.

lunes, 1 de noviembre de 2010

TEMPORAL EN LA TORRECILLA

Aunque la previsión meteorológica no era muy halagüeña, decidimos arriesgarnos a una ascensión rápida a la Sierra de las Nieves, por la vertiente sur, desde la localidad de Yunquera, (Málaga).
Salimos de Jerez a las siete de la mañana y aproximadamente a las diez estábamos dejando el coche en puerto Saucillo. Las nubes se aferran a los picos, aunque un fortísimo viento del norte lucha por llevárselas. El panorama es bastante tétrico pero aún así comenzamos a caminar por una hermosa cañada de Pinsapos, que se encuentran en esta época cargados de piñas.
A ratos llueve, incluso llega a granizar un poco, pero lo peor es el viento que casi nos tira, debe tener rachas de más de cincuenta nudos.
Vamos subiendo muy abrigados, con la capucha puesta y guantes, pues la sensación térmica es muy baja.
Algunos pinsapos tienen hojas nuevas, en las que puede apreciarse claramente el tono azul famoso de este pinsapar.
Cuando asomamos a las zonas altas, por encima de 1.700 metros, nos damos cuenta de que resulta comprometido seguir: el viento es insoportable, la visibilidad muy escasa y además llueve de forma horizontal. Estamos muy cerca de la cima de los Enamorados cuando decidimos volver.
En el descenso, una vez dentro del bosque, no se está tan mal, y por eso hacemos una variante por el sendero de puerto Bellina e investigamos un poco el sendero GR que se dirige hacia El Burgo, (interesante).
Aprovechamos el día todo lo que podemos pero la lluvia insiste y hace bastante frío. Finalmente terminamos en el pueblo de Yunquera. Visitamos la famosa bodega "El por fin", (ya mencionada en este blog, ver salidas antiguas), donde nos informan que Antonio, su dueño, un personaje entrañable, falleció el pasado verano.
Su yerno continúa con el negocio, el local sigue siendo encantador, aunque creo que el vino ya no está tan bueno y es que el viejo era mucho viejo.
Me acompañaron en esta salida Roberto, Fausti y el sr. Márquez.

martes, 26 de octubre de 2010

EL VALLE DEL DORNAJO

El Dornajo está situado en el corazón de la sierra de Grazalema, a los pies del macizo del Endrinal, y es uno de mis lugares preferidos, pues allí se desarrollaron mis primeras salidas de montaña, cuando aún era un zagal, un boy scout, allá por los finales de los setenta.
Un dornajo es un cuenco redondo, hecho de barro, que se usaba para dar de comer a los animales, entre otras cosas. Dada la forma redondeada y cerrada de este valle que nos ocupa, rodeado de cerros calizos y con un fondo formado por suaves dolinas, es por lo que pienso le puede venir el nombre, aunque tampoco estoy seguro.
En la casa de Dornajo, hoy en ruinas, llegaron a vivir de forma estable varias familias, dedicadas a la ganadería y con algunos huertos en bancales, de los que apenas quedan huellas. Cuando yo conocí la casa, aún conservaba una zona habitable, que usábamos como refugio los pocos que sabíamos dónde se guardaba la llave. He pasado momentos inolvidables en este lugar, y seguro que alguno de mis veteranos lectores también.
El pasado domingo, como primera excursión colectiva de la temporada del club Sierra del Pinar, nos fuimos cincuenta personas a recorrer esta zona, en travesía desde el puerto del Boyar hasta Benaocaz. Pasamos el puerto del Naranjal, Dornajo y luego por Fardela, hasta llegar a la mencionada población.
Fue un día precioso, con mucho sol, buena temperatura y unas vistas estupendas. La sierra ya está bastante verde, aunque ha llovido poco. Las praderías de Fardela, bajo los farallones rocosos del Cao, siguen siendo tan bonitas y agradables de recorrer caminando como siempre.
Fin de fiesta en El Parral, donde nuestro amigo Miguel Menacho nos atendió con su amabilidad característica.
Buen comienzo de temporada.

martes, 19 de octubre de 2010

MOTOS, VIAJES Y MONTAÑAS

El otro día terminé de leer un libro que me regaló mi amigo Milesio: "Sin fronteras", de Gustavo Cuervo, editorial InterFolio y me quedé un buen rato reflexionando acerca de mis aficiones y de mi forma de entender la vida y el tiempo libre, es decir, la vida.
En el prólogo del libro, Sebastián Álvaro, famoso director de "Al filo de lo imposible", dice: "He sido viajero y motero desde que tengo uso de razón... Viajes, motos y montañas han sido, y son, las pasiones en torno a las cuales se ha ido desarrollando mi vida".
Este humilde blog ha sido alguna vez criticado por mezclar muchas cosas, sobre todo motos con montañas, pero parece ser que no soy el único que lo hace.
Me identifico bastante con el pensamiento y filosofía de estos autores mencionados, sin querer compararme a ellos desde luego, dado lo abultado de sus historiales y de sus carteras, pero está claro que algo tenemos en común. La pasión por viajar, por conocer nuevos lugares, por disfrutar del aire libre, de la naturaleza, conocer diferentes culturas, bien sea caminando, en bici o a lomos de una potente motocicleta, bien sea en un barco de vela, a caballo, o incluso asomado a la ventanilla de un tren o autobús. Cualquier medio de transporte vale, si el fin lo justifica, y cada uno tendrá después su o sus favoritos; desde luego uno de ellos hoy por hoy para mi es la moto, sin duda.
Recuerdo una recta infinita, con una pequeña tira irregular de viejo asfalto, entre Imilchil y El Rich, en el Alto Atlas marroquí. Sólo, en medio de la hamada, una inmensa llanura de piedras color amarillo parduzco, el horizonte al fondo y arriba un cielo azul intenso. Mi Kawa KLE 500 y yo, bueno, y mi amigo Adolfo detrás con su BMW. Soledad. Velocidad. Viento seco en la cara. Pensamientos que vuelan libres. Sensaciones que forman parte de mi vida y que nunca voy a olvidar.
En fin, que me encantan las motos, los viajes y por supuesto las montañas, el orden depende de cómo me levante ese día.
Y que os leáis el libro, que sin ser una obra de arte, resulta entretenido y se ventila en dos tardes.

domingo, 17 de octubre de 2010

LA RUTA DEL EMPERADOR

El 3 de febrero de 1557 Carlos V salió de Jarandilla de la Vera en dirección al monasterio de Yuste, lugar elegido para su retiro.
La ruta parte del castillo de los condes de Oropesa, en la mencionada población y el plena comarca de la Vera, en Cáceres. Tiene una longitud de aproximadamente diez kilómetros y cruza las poblaciones de Aldeanueva de la Vera y Cuacos de Yuste.
Aprovechando el puente del Pilar, nos fuimos un grupo familiar a conocer la zona, alojándonos en el pueblo de Pasarón de la Vera y visitando también Salamanca y otros pueblos interesantes, como Candelario, en la sierra de Béjar.
El lunes día 11, aprovechando una tregua meteorológica, pudimos hacer la ruta, que resulta muy agradable e interesante. El camino está empedrado y atraviesa robledales de gran belleza, así como otras zonas con cultivos de cerezos y del preciado "oro rojo", el pimentón de la vera.
Se salvan tres gargantas, por sus puentes originales, siendo estos rincones los más bonitos de todo el recorrido, sobre todo la garganta de los Guachos, por el puente del Tejar, con abundante agua y un refrescante bosque de galería.
Al llegar a Cuacos, que merece una visita detenida, el camino discurre junto a la carretera que sube a Yuste, aunque tiene un cómodo acerado de piedra. Se pasa junto a un cementerio militar alemán, de soldados germanos caídos en suelo español, que descansan cerca de la morada de su monarca.
Por fin llegamos al monasterio y la casa de Carlos V, que por supuesto visitamos, con guia, siendo bastante interesante.
En resumen, unos días muy agradables en la vera, en compañía de mis hermanos, y donde no faltaron las buenas viandas y el vino de pitarra.

lunes, 27 de septiembre de 2010

LA GRAN DAMA DE SIERRA NEVADA

Con permiso de su majestad Muley Hacén, todos los montañeros andaluces coincidimos en decir que la Alcazaba es la montaña reina de Sierra Nevada, la más altiva, la más impresionante, sobre todo si la divisamos desde el norte, desde las revueltas de la verea de la Estrella.
Aprovechando un puente festivo local, cinco amigos del club Sierra del Pinar nos fuimos con la idea de darnos un buen pateo por el monte: Roberto (sr. Presidente), Manolo Márquez, Faustino, Pablo (que se estrenaba en la alta montaña) y un servidor.
Sobre la marcha fuimos dando forma al itinerario, previsto en principio para dos jornadas, pero dado que el refugio de Poqueira estaba completo, decidimos finalmente hacerlo en el día.
Salimos de Capileira a las 8.30h de la mañana en el primer microbús del parque hacia el alto del Chorrillo y desde allí nos fuimos buscando la media ladera del Mulhacén, con pocas trazas de vereda, hasta llegar a la cañada de Siete Lagunas, que pese a lo avanzado de la temporada, aún mantenía grandes neveros, gran cantidad de agua y verdes borreguiles.
Desde la laguna Hondera nos fuimos a buscar el arranque de la loma de la Alcazaba, a la que se sube despacito y con buena letra. Sobre el mediodía pisábamos la cima, con un fuerte viento de poniente y buenas vistas en todas direcciones, aunque no pudimos quedarnos mucho tiempo a disfrutarlas.
Al regreso a Siete Lagunas hay que vencer la tentación de quedarse en tan idílico lugar, pero no hemos traído material de vivac ni apenas comida, por lo que hacemos caso de nuestro plan inicial y nos tiramos por el valle del río Culo de Perro, en dirección al pueblo de Trevelez. La bajada discurre por un paraje precioso, junto al río, atravesando grandes y verdes praderías, luego junto a una acequia, para llegar finalmente al pueblo, después de casi diez horas de actividad ininterrumpida.
El fin de fiesta lo tenemos en el restaurante la Fragua de Trevelez, con buenas viandas y cocina alpujarreña, y hasta una botella de Cava invitada, como es ley, por el que hacía un "tresmil"por primera vez.
Restaurante en el que por cierto guardan una bonita foto dedicada de nuestro amigo Manolo Salazar, siempre en nuestra memoria, sobre todo cuando andamos por estos montes, tan suyos.
En resumen, una salida estupenda y bien dura, de las que dejan agujetas.

martes, 24 de agosto de 2010

CERDOS SALVAJES III EDICIÓN

Gran éxito de esta salida motera que consiguió concentrar nada menos que cinco personas, cinco motos este año, y que va camino de convertirse en una clásica del panorama touring internacional.
Después de muchas vicisitudes incluida una amenaza de abandono por avería, el miércoles día 18 partíamos los siguientes expedicionarios:
Joaquín Souto: fundador de Cerdos Salvajes, líder espiritual y maestro Zen, experto en sexo tántrico y retroeyaculación precoz. BMW GS1200 (versión pegamento imedio).
Pepe Rober: desertor del año anterior pero readmitido como cerdo, encargado de finanzas del grupo y catador compulsivo de aceitunas. YAMAHA 650 Fazer.
Adolfo Morales: nuevo cerdo, se estrena este año, encargado de la ímproba labor de localización y gestión de alojamientos y especialista en hat-trick. BMW GS 1200.
Milesio Ruiz: también cerdo fundador, hijo putativo de Pepe Rober, "propio" del grupo, enfant terrible, especialista en Capoeira callejera y muchas cosas más: BMW R1200.
Franki Souto: tercer cerdo fundador, diseñador de la ruta, encargado de la imagen corporativa, catador de Somontanos y Riojas, especialista en francés (...) y en quejarse por decir que nadie le hace caso.
La primera etapa de este año fue Jerez-Madrid, con parada para comer y dormir la siesta en casa de la mamá de Mile (escala clásica) y luego Madrid-Zaragoza-Huesca. Total: 1.000 kms. en los que tuvimos lluvia, tormenta y al final calor. A Huesca llegamos muy cansados pero cerramos dos bares.
La segunda etapa fue más tranquila: Huesca-Sabiñánigo-col. de Portalet-Laruns(FRA)-Col. de Marie-Blanche(FRA)-Urdos(FRA)-túnel de Somport-Jaca-Biescas. Total: 265 kms. Una preciosidad el paseo por el pirineo francés, sobre todo el desconocido paraje del col de Marie-Blanche. Nos cayó tremenda granizada al salir del larguísimo túnel de Somport. Fin de fiesta en Biescas, en casa Ruba (ver salida de diciembre de 2009), donde su dueño Ramón, bautizado por Mile como Flavio Briatore nos trató muy bien y nos hinchó de cenar.
La tercera etapa o etapa reina consistió en: Biescas-Ainsa-tunel de Bielsa-Saint Lary(FRA)-col d'Aspin-Tourmalet 2.114 m-col du Soulor-col d'Aubisque-Laruns(FRA)-col de Portalet-Panticosa. Total: 335 kms. Una superetapa preciosa, con cinco puertos de montaña espectaculares, sobre todo el mítico Tourmalet. Sólo por este día ya merece la pena venir hasta aquí. Fin de fiesta en Panticosa, en la terraza de casa Manel, donde cenamos bien y tuvimos la única y breve conversación del viaje con una representante del sexo opuesto.
Cuarta etapa: Panticosa-Jaca-Hecho-Roncal-Pamplona-Logroño. Total: 354 kms. Tras recorrer bonitos parajes del pirineo navarro, destacando el valle de Salazar y el precioso pueblo de Ochagavía, nos fuimos a la capital pamplonica, adonde llegamos a mediodía con un calor insoportable. Nuestro Guru Maharashi Joaquín propone irnos a la piscina municipal y así lo hacemos, refrescándonos por fuera y por dentro y rodeados de un público variopinto.
Fin de fiesta en Logroño, en la famosa calle Laurel, en la que cerramos casi todos los bares (tampoco cierran muy tarde). Gran ambiente y exaltación de la amistad para despedir nuestra ruta.
Quinta etapa: Logroño-Burgos-Valladolid-Salamanca-Caceres-Sevilla-Jerez. Total: 900 kms sin escalas, una burrada. Mile y Adolfo bajaron por Madrid, uno hacia Granada y el otro hasta su pueblo natal, en Ciudad Real. Todos llegamos tarde a casa, contentos y con el culo insensible para varios días.
En resumen, lo pasamos genial, nos hemos hartado de moto, nos hemos hartado de reir, disfrutando por carreteras y paisajes preciosos, trazando curvas perfectas y rectas infinitas, sin ninguna avería, sin ningún problema.
¿Qué más se puede pedir?
Larga vida a los Cerdos Salvajes.

jueves, 5 de agosto de 2010

EL VELETA, MONTAÑA DE SOL Y AIRE

Este año me falló la salida de fin de temporada del Club Sierra del Pinar, y me había quedado yo con la espinita de subir a Sierra Nevada en verano, cosa que hago desde hace no sé cuántos años.
Aprovechando mi veraneo ocioso en Valdelagrana, organicé una escapadita con mi hijo Javi. Nos fuimos el miércoles, 28 de julio, a las 8.00 h. de la tarde, en la moto, para Granada, a "invadir" la casa de mi buen amigo Mile, siempre hospitalario con los desamparados.
El sábado, de mañanita, nos subimos a la sierra e iniciamos la ascensión del Veleta, que aparecía aún adornado con numerosos neveros. Vaya año éste.
Sobre las 12.30h estábamos los dos en la cima, acompañados por unas diez personas más. Para Javi era su primer "tresmil" y aunque notó un poco los efectos de la altitud, me dijo que una vez sentado en el vértice geodésico y recuperado el aliento, se estaba estupendamente.
Por mi parte, me supo a poco, y sin duda me hubiera quedado más tiempo, alargando la actividad con la subida al Mulhacén y pasando la noche junto a alguna de las hermosas lagunas, que lucían extensos borreguiles y algún que otro "iceberg" aún flotando en sus azules aguas.
Pero habrá que ir poco a poco. De momento, nos bajamos de nuevo a la capital granadina, a disfrutar de los bares con tapita incluida, de los paseos en moto por las empinadas callejuelas del Albaycín, de la noche calurosa el los jardines de la Alhambra y de todos esos maravillosos rincones que atesora esta ciudad.
Por cierto, el viaje en moto estupendo, sobre todo la subida a la sierra, otro paseo que dimos por Monachil y El Purche y como siempre, el tramo de curvas entre Olvera y Algodonales.
Mil gracias de nuevo a Mile y Belén por acogernos.