jueves, 25 de noviembre de 2010

RONDA LA VIEJA

A unos 20 kms. de Ronda se encuentra el yacimiento arqueológico de Acinipo, uno de los lugares más curiosos de nuestra serranía. Ocupado desde el neolítico, este asentamiento encuentra su esplendor en la época romana, (siglo I d.c.), época en la que se construyeron sus más grandes y famosos edificios.
Acinipo, popularmente conocida como Ronda la Vieja, fue una importante ciudad con un recinto amurallado en la que incluso se llegó a acuñar moneda.
La construcción más conocida es el teatro, con su graderío excavado en la propia roca, aprovechando la pendiente, y con su escenario, bastante bien conservado.
También son interesantes las termas, que conservan restos de las conducciones de agua y algunas columnas.
El lugar tiene cierta magia, en lo alto de una elevada meseta, protegido al oeste por un vertical tajo calizo, con unas vistas preciosas en todas direcciones, en especial hacia el macizo de Grazalema.
Paseando sólo por este enclave, puede uno imaginarse cómo sería la vida en él hace tantos y tantos siglos. Hoy, sólo los buitres señorean su cielo, mientras un rebaño de mansas ovejas pasta entre las ruinas.
Me fui hasta Acinipo en moto, aprovechando un claro entre tormentas, dando un paseo de 250 kms. por Olvera, Torre Alháquime, Setenil de las Bodegas y Ronda.
Un buen día, aunque algo solitario. Lo único negativo es el estado de abandono del yacimiento, con un aburrido guarda en la entrada, que no da ninguna información y con una infraestructura escasa y deteriorada. Típico de Andalucía.

MARINERO EN TIERRA

Je suis désolé, -que diría el gabacho-.
Mis amigos Faustino, Adolfo y Manolo Márquez, compañeros habituales de montaña y asiduos de este blog, se han largado de viaje a Colombia. Van a hacer un trekking por Ciudad Perdida, en la Sierra Nevada de Santa Marta, van a intentar la ascensión del nevado Tolima, de cinco mil metros de altura, y para acabar, van a realizar una travesía por la selva hasta Perú.
Poca cosa...
Y yo aquí. Con días de vacaciones pero en casa. Este año mi economía no daba para tanto. Luego vienen los que me dicen que vivo como un marqués, que siempre estoy de un lado a otro, que hago lo que me da la gana. Pues no. Esta vez, no.
Seguro que no soy el único que me siento así. Al menos todo el equipo de la anterior expedición del 2008 nos hemos quedado con las ganas: Mayolín, Roberto, Nacho, Pepe Rober, Juan Carlos, Lolo,...
En cualquier caso, el motivo de esta entrada es desear la mejor de las suertes a mis compañeros. Que disfruten del viaje. Que lo vivan y lo disfruten como lo que es: una oportunidad única en la vida. Y que luego vuelvan y nos lo cuenten.
Brindo por vosotros. Ojalá os acordeis de mi en algún momento. Yo pienso en vosotros casi cada día.
Suerte.