Bueno, llegó la hora.
Me queda un día para partir y quiero despedirme de todos mis queridos lectores, seguramente pocos pero eso, muy queridos.
El sábado volamos a Madrid y de allí a Delhi, donde pasamos una noche para seguir más tarde hacia Katmandú, en Nepal.
Nos esperan muchas horas de viaje, muchas aventuras, algunas penalidades, grandes esfuerzos, increíbles paisajes, gentes con vidas e historias muy diferentes a las nuestras, y de todo eso quiero empaparme, quiero llenar mi espíritu, algo vacío en los últimos tiempos.
Aquí quedan mi familia y mis amigos, pero todos me han apoyado tanto que de todos llevo algo conmigo, de unos más que de otros.
Espero que os acordeis de mi tanto como yo voy a pensar en vosotros.
Si consigo llegar a la cima, no tengais ninguna duda de que estareis allí conmigo.
Un abrazo muy fuerte y deseadme suerte.
Nos vemos a final de noviembre.
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