Mi compi Chema me anima a participar en una singular jornada de pesca por la costa gaditana. La singularidad estriba en que no vamos a zarpar en la típica lancha a motor sino en un velero de 43 pies que alquila una empresa de Chiclana.
Ante la idea de gobernar aunque sea un rato semejante navío, (mi título sólo me permite llevar barcos de hasta 12 metros), me apunto del tirón y el sábado a las 9,15h estamos camino del puerto deportivo de Sancti Petri.
Los trece metros largos de eslora se notan mucho, y aunque el barco no complace en exceso a mi amigo Manolo, a mí me parece fabuloso: bañera enorme, dos ruedas de timón, electrónica bastante completa y un interior de lujo (3 camarotes y 3 baños). Tan sólo la jarcia fija y de labor deja algo que desear, se nota que el barco es de los "baratitos".
Pues nada, salimos a navegar con oeste fuerza 4-5 y marejada, lo que hace que la cosa vaya bastante movida. Nada de pesca, pero nada, ni una picada, muchas olas y algunos pantocazos y vomitera de dos tripulantes, que seguro no repiten.
Una lástima lo de la pesca, que a mí me da casi igual, pero una gozada manejar un velero así.
A ver si me toca un cuponazo y me lo compro.
No hay comentarios:
Publicar un comentario